Tamara Gorro, alejada de la televisión desde hace un tiempo y volcada en su trabajo como influencer y que estrena nueva oficina de trabajo en Madrid, ha relatado en Diez Minutos el duro proceso de adopción que iba a llevar a cabo y que, finalmente, no llegó a buen puerto.
Casada con el futbolista Ezequiel Garay, con quien tiene dos hijos, Shaila y Antonio, la mostoleña revela que le encantaría aumentar la familia y cuenta cómo se le truncó el proceso de adopción de un niño de Uganda.
"Hace tres años íbamos a recoger a un niño en Uganda. Mi hija ya conocía a Dylan por fotos", indica la joven, que relata lo que después pasó.
"Primero nos cambiaron la fecha, luego los test psicológicos, el siguiente paso era el de elegir el sexo. A mí me daba igual, yo lo único que quería es que fuese un niño necesitado de amor. Y nos mandaron la foto de Dylan. En ese momento, ya se lo contamos a nuestra familia".
"Eze y yo nos miramos y decidimos que no íbamos a comprar un niño"
Indignada, asegura que todo cambió cuando les propusieron las condiciones. "Nos llamó el abogado para decirnos que teníamos que pagar de 60.000 a 70.000 euros", cuenta muy dolida la televisiva.
"En ese momento, Eze y yo nos miramos y decidimos que no íbamos a comprar un niño", sentencia.
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